• Unos cuarenta centros educativos y cerca de una veintena de campus y entidades deportivas de la ciudad han disfrutado de experiencias inclusivas con Fupar durante el último año.
  • Las propuestas didácticas que ofrece la entidad terrassense fomentan la tolerancia, la educación en valores y la aceptación de la diversidad en la sociedad.

Fomentar valores como la tolerancia, la ayuda mutua o la solidaridad es uno de los objetivos principales que persiguen las diferentes actividades socioeducativas que Fupar ofrece a los centros educativos y a las entidades deportivas y de ocio de Terrassa desde hace cerca de veinte años, en el marco de su programa socioeducativo.

Solo durante el 2019, un total de 5.513 niños y jóvenes de más de 42 centros educativos como guarderías, centros de educación infantil, primaria y secundaria; y de 20 entidades deportivas y de ocio de la ciudad han compartido experiencias inclusivas con las personas con discapacidad intelectual de Fupar siguiendo una vertiente pedagógica.

Experiencias compartidas: caminar hacia una sociedad inclusiva

El programa socioeducativo de Fupar refuerza la apuesta de la entidad por una educación integradora, transformadora, inclusiva y abierta a todo el mundo, y pone especial énfasis en las primeras etapas de la infancia como motor de cambio en la sociedad, aunque también se dirige a jóvenes y adolescentes.

“La clave para crear una sociedad donde todo el mundo disfrute de igualdad de oportunidades es trabajar desde la base, es decir, desde la educación, ya sea con niños o adolescentes; solo así seremos capaces de transformarla”, explica Anna Sanglas, pedagoga y coordinadora de actividades en Fupar.

Los más pequeños y pequeñas viven y comparten experiencias enriquecedoras con las personas con discapacidad de Fupar, aprenden a convivir en una sociedad diversa desde la aceptación y el enriquecimiento y, cuando crecen, transmiten y aplican los valores aprendidos en su día a día.

“Es como una cadena de transmisión de bienestar social”, añade Marta Puig, directora técnica del Centro Ocupacional de Fupar.  “Si conseguimos que los niños y niñas normalicen la diversidad desde muy pequeños, estamos proyectando un futuro socialmente más justo, igualitario y tolerante”, continúa Puig.

Las actividades forman parte del programa socioeducativo e inclusivo que Fupar organiza con la voluntad de proyectarse en la ciudad, especialmente a  la comunidad educativa, y de compartir de forma cálida y próxima las capacidades de las personas con discapacidad, potenciando su liderazgo y participación en sociedad. Todas las propuestas didácticas se plantean con una metodología que educa desde la igualdad, la inclusión y la equidad de todo el mundo.