El jueves 11 de abril 6.000 personas con discapacidad y especiales dificultades, familias y entidades del sector como Fupar se manifestaron en Barcelona para exigir mejoras en las ayudas económicas que reciben las personas con discapacidad de especial dificultad que trabajan en Centros Especiales de Trabajo (CET), así como de los servicios de atención a las personas con discapacidad y especiales dificultades. Durante más de dos horas, entidades de todo Catalunya llenaron las calles de Barcelona bajo los lemas «Con mi trabajo no se juega! 10.000 puestos de trabajo están en peligro» y «10 años congelados».
La manifestación, caracterizada por los chalecos amarillos -elemento insignia de las movilizaciones que el sector ha llevado a cabo hasta ahora-, tuvo como punto de inicio la Delegación del Gobierno central, continuó hasta el Departamento de Economía y Hacienda, y finalizó al Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. En cada uno de estos puntos, se exigieron respuestas concretas y se libró un manifiesto a los representantes de las instituciones públicas.
Esta protesta no fue un hecho aislado, sino que fue una continuación de las diferentes reivindicaciones que la Asociación Empresarial de Economía Social (AEES Dincat) inició en enero, y a las cuales Fupar se ha sumado desde sus inicios, y que continuarán durando el mes de mayo con nuevas movilizaciones y acciones. Las entidades piden que se apliquen medidas urgentes para hacer frente a esta situación límite. Se calcula que la carencia de financiación pública supone un impacto directo sobre la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias: 10.000 puestos de trabajo y los servicios de atención además de 40.000 personas con discapacidad y especiales dificultades están gravemente amenazados por esta situación.
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